sábado, 31 de enero de 2015

Posible respuesta a la locura





Creo firmemente que todos tenemos diversos grados de locura así como de lucidez, ya sea en un buen aspecto o en uno negativo, es decir, usarlo para algo bueno o algo malo. He aquí lo que me tranquiliza, creo que esta pequeña locura es positiva ya que me hace ser en parte creativa. Por lo tanto puedo decir:

Algunas veces mi locura llega hasta tal extremo de una eterna agonía que procede en unos cuantos segundos para después viajar a la velocidad de la luz y desaparecer en el firmamento, pero no lo permito desparecer. Mi intención es utilizarlo para compartir mis ideas con el mundo, lo que veo, imagino y creo, y al final espero que resulte bastante bueno.

A.V. Senderovich

¿Por qué existe esta locura?



¿Por qué existe esta locura?
A.V. Senderovich

El alma no da razones  por las cuales he enloquecido. No me quiere responder por más que le pregunto por qué estoy así. 

Ni ella, ni el corazón, ni mi mente… ninguno me responde del porqué de mi locura.  
¿Por qué? Pregunte. Pero ninguna señal de las respuestas que busco…  La sospecha me dice que se hicieron cómplices para no decirme nada… tal vez lo hicieron para que no me pase nada ya que la locura que poseo me queda tan bien… que sin ella probablemente no sería yo. 

Tal vez por eso no obtengo respuesta, porque la locura la tienen los creativos, los artistas así como quien escribe estas letras.

jueves, 29 de enero de 2015

Litos

                                                   Litos
                                         A.V. Senderovich

Pocas veces en mi vida que he podido ir al Acapulco. Sentir la arena y la brisa, contemplar el mar con diferentes tonos azules, escuchar las olas produciendo espuma blanca y ese tremendo calor que como chilanga apenas puedo soportar, los recuerdos se disparan entre luces y flashes que vienen de inmediato.

He ido tres veces a Acapulco con mis papas, pero he estado en otras dos gracias a él, otras veces en Mazatlán y otra en Baja California sur, he podido zarpar un barco donde al bajar caminaba graciosamente de un lado a otro, aquel viaje en barco me hizo ver ballenas y delfines (de entre mis animales favoritos) pero en general el mar, ya sea medio verdoso, azul intenso, casi transparente mostrando sus arenas o piedras, no importa cuál sea, si el del golfo o el del pacífico, pase lo que pase, no puedo evitar no acordarme de él.

Un hombre sabio y su antigua vida de marino, creo que lo que más le gustaba y en donde se veía cómodo era donde hubiese arena y mar (ahora que soy adulto y me doy cuenta de las cosas de alrededor en estos recuerdos) también no le podía faltar su cerveza o su tequila.

En verdad lo extraño mucho; sus chistes y bromas, con su ropa acapulqueña, sus canciones de tríos, sus huaraches… creo que cuando él se fue, decidió unirse al mar, porque cada que miro el mar, lo miro a él. Mi querido abuelito Litos, en paz descanse.